Color local. Priscila Sandoval. MAC. Santa Fe (Argentina). 2017.
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COLOR LOCAL: UN SISTEMA DE MONTAJE.
Por: Maximiliano Peralta Rodríguez.
En las cátedras de pintura es común escuchar hablar a los docentes sobre el color local, haciendo referencia al color propio del objeto, el que le pertenece, para diferenciarlo del color simbólico que generalmente es arbitrario. El color local en términos más amplios, se refiere también a las características, las costumbres y hasta la forma peculiar de hablar en una zona específica, aquello que es particular de un determinado lugar o cultura.
Priscila convoca al diálogo apelando a la autopercepción o a la autoidentificación. Un aviso clasificado es uno de los motores de búsqueda de este proyecto a partir del cual comienza a realizar una serie de entrevistas que revelan la importancia de cuestionarse por un pasado, de recordar y de intentar descifrar cual es el significado de éste en el presente, tanto a nivel colectivo como individual. El trabajo de documentalista heredado de sus prácticas vinculadas al cine le permite reunir y articular documentos escritos, pinturas patrimoniales exhibidas como documentos visuales, proyecciones de objetivas pruebas narradas en primera persona. En las dos últimas décadas del siglo XX (particularmente en los años 90) se hace notorio el interés, tanto en la teoría como en la práctica artística, por el archivo como estructura visual, referente documental o bien como fuente de múltiples opciones narrativas. Antecede a este fenómeno el trabajo del historiador del arte Aby Warburg con su Atlas Mnemosyne (1925-1929), la primera investigación visual que introduce la idea de montaje. Dos mil imágenes articuladas en sesenta tablas. Fotografías de obras de arte, fragmentos, imágenes de la prensa y tomadas de la realidad, reunidas en virtud de sus analogías internas. Cada conjunto, encabezado por un epígrafe textual funcionaba como un dispositivo para interpretarlas. Warburg intentaba proporcionar un “espacio entre” por medio del cual sea posible evidenciar la influencia del pasado a partir del recurso de la exposición visual.
En este preciso instante somos parte de un proyecto artístico que encuentra en lo expuesto sus antecedentes, por lo que es fundamental entender que esta línea de investigación y producción se relaciona con contextos y contenidos, en lugar de con estilos y corrientes, permitiéndonos desde lo visual establecer otros modos o usos de la imagen. Nuestro trabajo es adentrarnos como semionautas y establecer posibles relaciones articulando fragmentos venidos de distintos tiempos para poner en cuestión la construcción de una noción de lugar, entendido este en un sentido histórico y experiencial. Color local como el Atlas Mnemosyne, funcionan como una máquina para pensar las imágenes, un artefacto diseñado para encontrar correspondencias, analogías, relaciones diversas, un montaje que nos permite revisar el elemento inconsciente de la imagen, eso que está al margen de épocas, formas y estilos.